Introducción: El Desafío de la Munición en Europa
El trinitrotolueno (TNT), un explosivo militar clave desarrollado en Alemania a finales del siglo XIX, se ha convertido en un recurso escaso en Europa. Tras años de subinversión y un drástico aumento de la demanda impulsado por la invasión rusa de Ucrania, la soberanía en defensa es ahora una prioridad para la Unión Europea. La UE ha comprometido miles de millones de euros para fortalecer su capacidad militar.,Investigaciones sugieren que la capacidad de producción de munición de Rusia supera a la de Europa en una proporción de 4:1, o incluso 6:1 según algunas estimaciones. Aunque Europa alberga gigantes en la producción de munición como Rheinmetall, BAE y KNDS, estas empresas no producen su propio TNT. Esta dependencia externa subraya una vulnerabilidad crítica en la cadena de suministro de defensa del continente.

El TNT: Un Componente Crucial y Escaso
En el episodio de «The Big Question» de Euronews, Joakim Sjöblom, CEO y cofundador de Sweden Ballistics (SWEBAL), abordó la urgencia de aumentar la capacidad de producción de TNT en Europa. Discutió no solo los beneficios económicos, sino también las implicaciones para la seguridad del continente. La situación actual revela que solo existe un productor de TNT en Europa, Nitro-Chem, con sede en Polonia, gran parte de cuya producción se exporta fuera de la UE.,Un ejemplo claro de esta dinámica es el acuerdo de 310 millones de dólares (269 millones de euros) que Nitro-Chem firmó en abril de 2025 para suministrar 18.000 toneladas de TNT al ejército estadounidense durante un período de tres años. Esta exportación, aunque lucrativa, resalta la limitada disponibilidad para las necesidades internas de Europa, exacerbando la dependencia de otras regiones.
SWEBAL: La Apuesta Sueca por la Soberanía en Defensa
La empresa de Joakim, SWEBAL, se ha propuesto traer de vuelta la producción de TNT a Suecia. Su objetivo es producir 4.500 toneladas de TNT al año a plena capacidad para 2027, lo que sería suficiente para entre 400.000 y 450.000 proyectiles. Aunque esta cantidad no es suficiente para cubrir completamente el déficit de Europa, Joakim la describe como una «contribución significativa» que ayudará a mitigar la dependencia.,Sjöblom recordó que Suecia tuvo fabricación de TNT hasta 1998. La desmilitarización de la época permitió la recuperación de TNT de proyectiles en desuso, que la industria minera obtenía a un costo casi nulo, eliminando el incentivo comercial para mantener plantas de producción. «Ahora estamos pagando la deuda de aquello», lamentó Sjöblom, señalando que SWEBAL está construyendo su planta a solo 30 minutos de la antigua y a tres kilómetros de la fábrica de dinamita de Alfred Nobel, sobre un «terreno muy histórico».
Beneficios Económicos y Desafíos de la Industria Europea
Con una planificación adecuada, Joakim Sjöblom confía en que el crecimiento de la industria de producción de TNT no solo aumentará la seguridad del bloque europeo, sino que también generará beneficios económicos sustanciales. Los estados miembros de la UE gastan anualmente 200 mil millones de euros en material de defensa, de los cuales más del 60% se adquiere de productores estadounidenses.,Sjöblom argumenta que si estos componentes se fabricaran dentro de la UE, se crearían más de 10 millones de puestos de trabajo. SWEBAL, en particular, tiene como objetivo que toda su maquinaria, materiales y producción en su cadena de suministro provengan de un radio de 550 km. Esta estrategia no solo beneficia a la economía local, sino que también reduce los tiempos de entrega, ya que las importaciones asiáticas actualmente tardan más de dos meses en llegar debido a desvíos por el Cuerno de África para evitar el Canal de Suez.
Conclusión: Hacia una Europa más Autónoma
La escasez de TNT y la alta dependencia de productores externos representan un desafío significativo para la seguridad y la autonomía estratégica de Europa. Iniciativas como SWEBAL, que buscan revitalizar la producción local de componentes esenciales, son vitales para reducir vulnerabilidades y fortalecer la capacidad de defensa del continente.,Para asegurar un futuro más seguro y próspero, es imperativo que la Unión Europea y sus estados miembros no solo provean la financiación necesaria, sino que también armonicen sus capacidades militares y aceleren los procesos de adquisición, incentivando así la inversión y el crecimiento de una industria de defensa europea robusta e independiente.
Preguntas frecuentes
¿Por qué hay escasez de TNT en Europa?
La escasez de TNT en Europa se debe a años de subinversión en la producción y a un aumento drástico de la demanda provocado por el conflicto en Ucrania. Actualmente, solo un productor principal de TNT opera en Europa, y gran parte de su producción se exporta fuera de la UE.
¿Qué es SWEBAL y cuál es su objetivo principal?
SWEBAL (Sweden Ballistics) es una startup sueca cofundada por Joakim Sjöblom. Su objetivo principal es reiniciar la producción de TNT en Suecia y contribuir a la capacidad de municiones de Europa, buscando reducir la dependencia del continente de productores externos.
¿Cuánto TNT y munición produce Europa en comparación con Rusia?
Se estima que Rusia produce entre 4.5 y 5 millones de proyectiles de artillería al año. En contraste, la producción de proyectiles de Europa fue de aproximadamente 600.000 en 2023, y de 1.2 millones en 2024 (en conjunto con EE. UU.). Para igualar la producción rusa, Europa necesitaría un suministro de unas 50.000 toneladas de TNT anuales.
¿Cuáles son los beneficios económicos potenciales de la producción de defensa en la UE?
Si los componentes de defensa se fabricaran dentro de la UE en lugar de ser comprados externamente (actualmente más del 60% proviene de EE. UU.), se podrían crear más de 10 millones de puestos de trabajo. Además, la producción local reduce los tiempos de entrega y apoya la economía regional.
¿Qué desafíos principales enfrenta la industria de explosivos en Europa, según Joakim Sjöblom?
Según Joakim Sjöblom, los desafíos incluyen la lentitud en las órdenes de adquisición de los estados miembros, lo que aumenta el riesgo para la industria, y la falta de armonización e interoperabilidad entre los sistemas militares de los países europeos.